Un correcto descanso es parte fundamental del día a día de una persona, cuando este descanso se ve alterado de alguna forma, ya sea por no alcanzar un mínimo o para alargar más de lo recomendable su duración, nuestra salud puede verse perjudicada en varios aspectos siendo la esperanza de vida uno de ellos.
Existe una relación entre la práctica de ejercicio físico y la reducción de los factores negativos que aparecen cuando los periodos de descanso son inadecuados, pero primero entendamos a que se refieren estos estudios cuando hablan de descanso insuficiente y descanso prolongado. La menor asociación con efectos adversos aparece dentro de la franja de entre 6 y 8 horas de sueño, por lo que al quedarnos en un periodo de sueño inferior estaríamos hablando de efectos negativos de un descanso insuficiente, y al exceder las 8 horas de sueño hablaríamos de efectos negativos de un descanso prolongado.
Muchas personas no son capaces de realizar un descanso dentro de esta franja, ya sea por motivos laborales o personales, y se ven expuestos a los riesgos de un mal descanso. Pese a que lo ideal sería corregir en la medida de lo posible este mal hábito, también tenemos otras herramientas a nuestra disposición.
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Como mencionábamos al principio, existe una relación entre la práctica de ejercicio físico y la reducción de estos factores negativos, un estudio ha podido comparar el riesgo de mortalidad en personas que realizaban o no actividad física, con más de 8 horas de sueño o menos de 6 horas (un descanso prolongado o insuficiente), dando como resultado que los que si realizaban actividad física reducían el indice de mortalidad. Esta diferencia era visible con realizar las recomendaciones de la OMS pero incrementaba a medida que el volumen de actividad física también lo hacia.
El estudio que estamos considerando se publicó en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología. Se midió de manera objetiva la actividad física de cerca de 100,000 participantes de ambos géneros, con una edad promedio de 62 años, a lo largo de una semana, y se registraron las muertes durante un periodo de siete años. En este tiempo, un poco más de 1,000 personas fallecieron por enfermedades del corazón y 1,800 debido al cáncer. Se clasificó la duración del sueño en tres categorías: corta (menos de seis horas al día), normal (entre seis y ocho horas) y larga (más de ocho horas). La actividad física de intensidad media a alta se categorizó según si se ajustaba o no a las directrices estándar de la Organización Mundial de la Salud (OMS): aproximadamente 150 minutos a la semana de intensidad media o 75 minutos de intensidad alta, o una combinación equivalente de ambass
Bibliografía:
Liu, T. Z., Xu, C., Rota, M., Cai, H., Zhang, C., Shi, M. J., … & Sun, X. (2017). Sleep duration and risk of all-cause mortality: a flexible, non-linear, meta-regression of 40 prospective cohort studies. Sleep medicine reviews, 32, 28-36.
Liang, Y. Y., Feng, H., Chen, Y., Jin, X., Xue, H., Zhou, M., … & Zhang, J. (2023). Joint association of physical activity and sleep duration with risk of all-cause and cause-specific mortality: a population-based cohort study using accelerometry. European Journal of Preventive Cardiology, zwad060.