Una de las patologías asociadas a la muñeca más conocidas y que pueden influir en nuestro bienestar es el Síndrome del Túnel Carpiano, este túnel está compuesto por los huesos carpianos, que podemos notar palpando los laterales y la cara externa de la muñeca, y por el ligamento transverso del carpo, que rodea la cara interna de la muñeca de la misma forma que haría la correa de un reloj. Este conjunto de huesos tiene una formación similar a la letra “C” y que termina de cerrarse en una “O” con el ligamento, es a este espacio interior al que se le conoce como Túnel del Carpo. Es un espacio delimitado y con paredes rígidas que impiden que varíe mucho de tamaño.
Cuando el espacio disponible es insuficiente y el nervio mediano que pasa por él se comprime aparecen los famosos síntomas de este síndrome, el nervio medial nos conecta sensorialmente a los dedos pulgar, índice, corazón y a la mitad más cercana a estos del anular. En unas primeras fases del síndrome es común la sensación de hormigueo o adormecimiento de estas partes, si no se detecta y frena a tiempo esto termina derivando en un dolor que puede irradiar hasta el codo o el hombro, y en una pérdida de la fuerza y precisión relacionadas con la capacidad prensil complicando la manipulación de objetos con las manos.
Una persona sana tiene una presión en el interior del túnel del 2,5 mmHg con la muñeca neutra y de entre 30 y 31 mmHg con la muñeca en flexión o extensión, mientras que un sujeto con síndrome de túnel carpiano tiene 32 mmHg en posición neutra y entre 94 y 110 mmHg en flexión o extensión.
¿Por qué se reduce el espacio del túnel del carpo?
El nervio mediano comparte espacio dentro del túnel con los tendones flexores, cuando los flexores demandan demasiando espacio aumenta la presión dentro del túnel y cuando esta excede ciertos límites el nervio de ve comprometido, esto puede ocurrir por diferentes factores:
- Estructural: Cada persona nace y desarrolla su propia estructura anatómica, algunos disponen de menor espacio o de una alteración en la forma del espacio disponible que facilite la aparición del síndrome.
- Acciones repetitivas: Las accionas repetitivas pueden ocasionar daños ligamentosos que van asociados de inflamación, esta inflamación aumenta el diámetro de los tendones comprimiendo el nervio.
- Posiciones prolongadas: Cuando se flexiona o se extiende la muñeca el espacio disponible se reduce y la presión aumenta, esta presión mantenida en el tiempo puede ser suficiente para afectar al nervio.
- Otras causas: Cambios hormonales como los ocurridos en el embarazo pueden facilitar la inflamación, también se ha visto que enfermedades como la diabetes tienen un mayor índice de aparición de la lesión
Prevención en el entorno laboral
Entendiendo las causas que generan la lesión se puede localizar en el puesto de trabajo que gestos o posiciones pueden afectar en mayor medida a su aparición, ya sea en una fabrica un gesto repetitivo de los flexores, o en una oficina la posición mantenida de extensión de la muñeca. Una vez localizados se pueden generar adaptaciones ergonómicas o gestuales para tratar de reducir la presión en el interior del túnel.
Estos cambios se pueden acompañar con rutinas diarias de una adecuada movilización y activación de la muñeca, tanto de ejercicios de estiramientos como de fortalecimiento, si los tendones reciben cargas de trabajo adecuadas y progresivas que les permitan adaptarse sin sobrepasar sus capacidades, estos podrán soportar cargas cada vez mayores sin que se dañen y evitando de esta forma recidivas.
Cuanto antes se localice el problema y se empiece a tratar, más fácil y rápido es el proceso de recuperación, si el problema no se trata a tiempo puede llegar a necesitar de intervención quirúrgica. Es fundamental conocer los síntomas e intervenir lo antes posible para que la lesión no escale y su recuperación sea lo más sencilla posible.
Bibliofrafía:
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